martes, 25 de octubre de 2011

El Silencio de Dios.-

Cuenta una antigua leyenda noruega, sobre un hombre llamado Haakon, que siempre miraba una imagen de Cristo crucificado en una cruz que era muy antigua,
La gente acudía a orar con mucha fe. Muchos estaban pidiéndole a Cristo algún milagro.
Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor.
Impulsado por un sentimiento de generosidad, bondad y amor, se arrodilló ante la cruz y dijo:
"Señor, quiero padecer y morir por Tí. Déjame ocupar tu puesto. Quiero ...en la Cruz." Y se quedó con la mirada fija puesta en El, como esperando una respuesta.
El Señor abrió sus labios y habló. Sus palabras cayeron del cielo, susurrantes y amonestadoras:
"Mi fiel siervo, te concederé tu deseo, pero solo con una condición."
¿Cual, Señor? ¿Es una condición difícil?
¡Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Señor!, -respondió el viejo ermitaño.
Escucha: suceda lo que suceda y veas lo que veas, tienes que guardar silencio siempre.
Haakon contestó: "¡Os, lo prometo, Señor!" Y se efectuó el cambio.
Nadie advirtió el trueque. Nadie reconoció al ermitaño, colgado con los clavos en la Cruz.
Y durante mucho tiempo mantuvo el acuerdo y nunca le habló a nadie.
Pero un día, LLEGO UN HOMBRE RICO , y después de haber orado, dejó allí olvidada su cartera.
Haakon le vio y guardó silencio. Tampoco  habló cuando un pobre, que vino dos horas después, tomó la cartera del rico y se la guardó.
También guardó silencio cuando un hombre joven se arrodilló ante él poco después para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje.
Entonces volvió a entrar el rico a buscar su cartera, al no encontrarla, pensó que el joven se la había llevado.
El rico se volvió al hombre joven y le gritó iracundo: ¡Dame la cartera que me has robado!.
El replicó: ¡No he robado ninguna cartera! ¡No mientas, devuélvemela enseguida!. El joven repitió, "le digo que no he tomado ninguna cartera de nadie". .
El rico empezó a golpearle furioso. Entonces una voz potente llenó el aire ¡Detente! El rico miró hacia arriba y vio que la imagen le hablaba, Haakon que no pudo permanecer en silencio, gritó defendiendo al joven, e increpó al rico por la falsa acusación. Este se quedó asombrado y se marchó del lugar.
El joven salió también porque tenía prisa para emprender su viaje.
Cuando la Cruz se quedó a solas, Cristo se acercó a su siervo y le dijo:
"Baja de la Cruz. No sirves para ocupar Mi puesto. No has podido guardar silencio". "¡Señor!", - dijo Haakon - , "¿Cómo iba a permitir semejante injusticia?".
Jesús de nuevo ocupó su lugar en la Cruz y el ermitaño se quedó de pie debajo de la Cruz. El Señor, siguió hablando:
"Tú no sabías que al rico le convenía perder la cartera, pues llevaba en ella dinero para cometer un pecado sexual con una joven virgen.
Mientras que el pobre, por su absoluta pobreza, tenía necesidad de ese dinero. En cuanto al joven, hubiera sido mejor que le hubiera dado la paliza el rico a causa del malentendido en cuyo caso no se hubiera ido de viaje.
Ahora, ves, hace unos minutos acaba de morir en un naufragio. Tú no sabías todas estas cosas PERO YO SI. Por eso callo.
Y el Señor nuevamente guardó silencio.
Muchas veces nos preguntamos ¿Por qué razón Dios no nos contesta?. ¿Por qué razón se queda callado Dios?
A muchos nos gustaría que Él nos respondiera según nuestra voluntad y deseos... pero, la forma de actuar de Dios es diferente. El conoce el pasado, el presente, y el futuro (Hb,13,8)  Dios nos responde aún con el silencio... Debemos estar dispuestos a escucharle y esperar en Él.
"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice el Señor.
 Cuanto son los cielos mas altos que la tierra, tanto están mis caminos por encima de los vuestros." (Is 55,8-9)
"Pues Yo conozco mis designios para con vosotros, dice el Señor, designios de paz y no desgracia, de daros un porvenir y una esperanza" (Jr 29,11)
 Un hombre debe comprender lo que significa el divino silencio y rendirse a los caminos del Señor y orar como el Salmista,
"Te amo Señor, mi fortaleza. El Señor es mi roca, mi fortaleza, mi libertador, mi Dios, mi roca, a quien me acojo; mi escudo, mi fuerza de salvación, mi asilo" (Salmo 18, 1-2)

Jesus pregunta y reclama: Porque discutes sobre tu Miseria?

Les recomiendo este pasaje del diario de Sor Faustina, donde reporta un diálogo entre Dios Misericordioso y el alma pecadora. Pon especial atención en el último párrafo:
-Jesús: “Alma pecadora, no tengas miedo de tu Salvador. Yo el primero me acerco a ti, porque sé que tú sola no eres capaz de alzarte hasta Mí. No huyas, hijita, de tu Padre. Tratar de hablar de tú a tú con tu Dios misericordioso, que desea decirte palabras de perdón y colmarte de Sus gracias. ¡Oh, cuánto me es querida tu alma! Te tengo escrita sobre Mis manos. Has quedado grabada en la herida profunda de Mi Corazón”.
-Alma: “Señor, siento Tu voz que me invita a abandonar el mal camino, pero no tengo fuerzas ni valor.
-Jesús: “soy Yo tu fuerza. Yo te daré la fuerza para la lucha”.
-Alma: “Señor, conozco Tu santidad y tengo miedo de Ti.”
-Jesús: “¿Por qué tienes miedo, hija Mía, del Dios de la Misericordia? Mi Santidad no me impide ser misericordioso contigo. Mira, oh alma, que por ti he instituido un trono de Misericordia sobre la tierra, y este trono es el sagrario; y desde este trono de Misericordia deseo descender en tu corazón. Mira, no me he rodeado ni de séquito ni de guardias, puedes venir a Mí en cualquier momento, en cada hora del día quiero hablar contigo y concederte Mis gracias”.
-Alma: “Señor, tengo miedo de que no me puedas perdonar el número tan grande de pecados; mi miseria me llena de terror”.
-Jesús: Mi Misericordia es más grande que tus miserias y que las del mundo entero. ¿Quién ha medido Mi bondad? Por ti descendí del cielo a la tierra, por ti Me he dejado crucificar, por ti he permitido que fuera abierto con la lanza Mi Sacratísimo Corazón, y he abierto para ti una fuente de Misericordia. Ven y obtén las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. No rechazaré nunca un corazón que se humilla; arrojaré tu miseria en el abismo de Mi Misericordia. ¿Por qué tendrías que pelearte conmigo sobre tu miseria? Dame el gusto, dame todas tus penas y toda tu miseria, y yo te colmaré con los tesoros de mis gracias”.

Carta de la Virgen Maria a sus hijos.-

Estoy al lado de la Cruz y desde allí recurro a tu soledad.
Tu, que tantas veces me miraste sin verme y me oíste sin escucharme.
A Ti, que tantas veces, te distanciaste de las huellas que dejé en el mundo para que no te pierdas.
A Ti, que no siempre crees que estoy a tu lado, porque que me buscas sin hallarme y pierdes la fe de encontrarme.
A Ti, que piensas que soy sólo un recuerdo y no llegas a comprender que estoy viva.
En el principio de tu vida estaba yo, y lo estaré al final de tu vida, porque mi tema preferido es el AMOR.
Esa fue mi razón para vivir y para morir. Fui elegida la Madre del Amor. Fui libre hasta el final, como quiero que lo seas tu.
Tuve un ideal claro y lo defendí con mi instinto maternal, luchando contra el dolor y la impotencia.
Soy maestra y servidora, fiel al mandato que el Señor me dio.
Soy sensible a la amistad y espero que tu alma, me regale ese lazo profundo de intimidad.
Estoy segura que en tu corazón, tienes un tesoro escondido hijo mio: no tengas miedo de mostrarlo.
Te encontrarás a ti mismo y te sorprenderás cuando descubras cuánto tienes aún para dar.
¡Cómo espero verte crecer humanamente: leer a través de la transparencia de tu mirada las necesidades de los otros; descubrir la alegría en todo lo que encares. En definitiva, no verte arrepentido de haberte abandonado al Amor, con las lágrimas y el dolor que eso implica, con la soledad y la renuncia que conlleva, con la incomprensión y la desatención de los más cercanos!.
Recuerda que yo permanezco casi sola frente a la Cruz que tiene a mi Hijo, y que desde ahí, no sé ni cómo ni por qué, aún con mi propia debilidad, recobro fuerzas, y voy en busca de los que el me encomendo.
Por eso, cada vez que sientes que aflojas en tu perseverancia, búscame.
Cada vez que te sientas cansado, háblame, cuéntamelo.
Cada vez que te creas poca cosa, no te olvides que el Señor me eligió por mi pequeñez y honró mi sencillez.
No te canses de pedirme, que yo no me cansaré de darte.
No te canses de seguirme, que yo no me cansaré de acompañarte.
Nunca te dejaré solo. Y recuerda que como alguna vez le dije a Juan, a ti también te digo: Aquí me tienes a tu lado.

Oracion de Prosperidad.-

A tí, Padre Eterno, Bendito Creador de los Universos
Con humildad en mi corazón, solicito
Se manifieste la Fuerza de tu Amor en la Prosperidad
En mi hogar y mi familia
Que al iniciar el Nuevo Año, la Fuerza de tu Protección
Sea conmigo y mis seres queridos
En mí, Padre Bendito, está la Fuerza de la Voluntad
Que me diste en el Principio de los Tiempos
Y así, me confirmo como tu Hijo, Padre Nuestro
Solicitando la Fuerza de Iluminación en mi sendero
La Fuerza de Sanación y la Fuerza de Liberación
Pueda, entonces, elevar mi Alma hacia el Espíritu
Abrir mis ojos, pueda, Padre mío, para verte
Ver, también, el verdadero valor de las cosas
Porque en mi se desterró la angustia y el dolor
En el reconocimiento de que jamás estoy sólo
Ya que siempre estás conmigo
Soy tu hijo, Señor, y así, a tu regazo me acojo
Al recibir otra oportunidad
Para Crear el Hombre Nuevo
Portador de la Acacia y el Trigo
Que me diste, Padre Creador de los Universos
Y alabo tu nombre en las bendiciones recibidas
En el año que concluye
Al pedir Perdón a mis hermanos
Por aquellas acciones que sembraron su resentimiento
Ya que hoy, no soy el mismo de ayer
Hoy soy diferente, porque tengo el Conocimiento
De ser tu hijo, Padre Eterno
¡Así sea! ¡Por hoy y siempre

Oracion de Proteccion por los Hijos.-

En el Nombre de Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, sello y protejo, con el Poder de la Sangre, de Jesucristo el Señor, a: (en este momento nombre a todos sus hijos),
sello su conciente, inconsciente, subconsciente; ser físico, ser biológico, psicológico, material, y espiritual.
Los sello y los protejo, con el Poder de la Sangre Preciosa, de Jesucristo el Señor,de todo accidente, dentro y fuera de la escuela o trabajo, de cualquier atropello,al cruzar calles o avenidas; de alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, sexualidad, sensualidad, lujuria, obscenidad.
Los sello y los protejo, con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, de sufrir algún secuestro, secuestro, o de la enfermedad de la Influenza; de sufrir algún robo, abuso de autoridad, por parte de cualquier maestro,
o abuso de cualquier compañero; de riñas dentro y fuera de la escuela, o de su trabajo.
Los Sello y los protejo, con la Sangre de Jesucristo, el Señor, de pandillerismo,de algún mal golpe, de caerle mal a alguien, de venganza, de apatía, de indiferencia ante cualquier dolor ajeno,de indiferencia a la Eucaristía, de desprecio a la virginidad,desprecio al respeto a los adultos y a los propios padres.
Los Sello y los protejo con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, de cualquier maldición, de parte de cualquier maestro, compañero, o jefe de trabajo, u otras personas.
De abuso de autoridad, física y verbal, psicológica y mental.
De cualquier persona que los quiera engañar, sonsacar o involucrar en cualquier problema que no les corresponda.
Los Sello y los protejo con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, de cualquier desilusión, obsesión, depresión; enfermedad física y mental.
Señor Jesucristo ¡derrama tus Bendiciones sobre mis hijos!
¡Derrama tu Preciosa Sangre sobre su cerebro!, para que tengan buena retención en sus clases.
Que tu Sangre Señor Jesucristo, fluya por sus venas, y Señor Jesús ¡escóndelos en el Corazón Inmaculado, de la Santísima Virgen María!
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Sigamos Orando por nuestros hijos….
En el Nombre, y bajo la Autoridad de Jesucristo, el Señor, ato todo principado, poder y fuerza espiritual del Mal, en las regiones de maldad, que están influenciando a: (mencione los nombres de sus hijos…).
Esa influencia contra ellos, queda cancelada, por el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor. Ato, y rompo, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, y con el Poder de su Preciosa Sangre, los espíritus de hechicería, ocultismo, satanismo, rechazo, suicidio, ira, odio, resentimiento, amargura, orgullo, miedo, decepción, incredulidad, esquizofrenia, sensualidad, sexualidad, lujuria, obsesión, adicción, manipulación mental, comportamiento compulsivo, falta de perdón, soberbia, drogas, alcoholismo.
Ato esos Poderes, y los poderes de la música rock, y de chatear por el Internet, y los espíritus que contiene el Internet.
Declaro que están anulados por completo en la vida de mis hijos. La ceguera que el Enemigo ha puesto en mis hijos, debe irse, en el Nombre de Jesucristo el Señor.
Mis hijos van a ver la Luz del Evangelio de Jesús, para que sean enseñados por El, y se multiplicará su paz.
Padre Celestial, Creador de todas las cosas, te doy las gracias por el regalo que nos has dado en nuestros hijos, te pido que mandes Ángeles que los guarden, y los protejan en todos sus caminos.
Te pido que proveas para ellos amigos cristianos, que puedan ayudarlos con buenos consejos y buenas influencias.
Dios, que maravilloso privilegio y responsabilidad es ser padre; ayúdanos a discernir cuando mis hijos necesitan de nuestras Oraciones y ayuda.
Danos Sabiduría, para ser los padres que debemos ser, y ayúdanos a ser comprensivos con ellos.
Padre Santo, permite que nuestros hijos cumplan el Plan que tú has diseñado para sus vidas.
Que el Espíritu de Dios, Espíritu de Sabiduría, Espíritu de Inteligencia, Espíritu de Consejo y Poder, Espíritu de Conocimiento, y sobre todo, Espíritu de Temor de Dios, repose sobre ellos.
Nosotros depositamos en tus divinas manos, a nuestros hijos, y te agradecemos por amarlos más de lo que nosotros los amamos, y les darás un futuro de Esperanza. Amén

La Imitacion de Cristo.-

‎"Sé fuerte y ten ánimo" (Josué 1, 7) tanto en el obrar cuanto en soportar lo que es contrario a la naturaleza. Es necesario que te revistas del hombre nuevo y te transformes en otro. Es indispensable que con frecuencia hagas lo que no quieres y que dejes lo que prefieres.

Tal vez se ha cumplido cuanto fue deseado por otros y lo que tú anhelaste no se ha realizado; será escuchado lo que otros han dicho y lo que tu afirmaste no será tomado en consideración; otros piden y lo alcanzan, mientras tú suplicas y no obtienes. A otros se les encargará esta o aquella ocupación, mientras que tú serás juzgado por inútil.

Sufre en silencio. En estas cosas y en otras semejantes, el Señor prueba la fidelidad de su siervo para ver si sabe abnegarse o vencerse a sí mismo.

(Tomas de Kempis, La imitación de Cristo